Motivos de fracaso para el emprendedor
El emprendedor es regularmente una persona con una visión de futuro, que manifiesta siempre ideas creativas, viendo en todo proyecto oportunidades para realizar negocios donde otras personas no las ven, aunque la falta de experiencia, planificación y la impaciencia desembocan en fracaso a las nuevas empresas, a pesar de las ganas de salir adelante.
Para los emprendedores el éxito así como el fracaso son parte de su vida, asumiendo que la mayoría de los nuevos negocios tienden a hundirse en los primeros años y que se suelen sufrir pequeños fracasos en la medida que se emprende el camino.
Las personas emprendedoras deben estar al corriente de que los fallos y los fracasos son experiencias de las que se debe aprender. Los errores son necesarios para mejorar nuestras habilidades, nadie nace sabiendo y cada experiencia es única.
Aquí te enumeramos algunos de los posibles errores que te pueden llevar al fracaso en tu carrera como emprendedor. Recuerda, no es un fracaso rotundo, pero son experiencias comunes después de hablar con muchas personas que han compartido sus experiencias, tanto los que han tenido éxito como los que no.
La inexperiencia en el sector
Se debe investigar bien todo lo relacionado con el mercado en el que se piensa emprender, de esta manera lograras establecer si el proyecto es viable, si tiene buena demanda en el mercado, que tipo de competencia tendrá y de qué modo podrás enfrentarla.
Sabemos que muchas veces se tiene una gran pasión por un proyecto, que empezamos con muchas ganas, pero tenemos que concentrar nuestras fuerzas en lo que verdaderamente vale la pena. Es muy raro que la visión inicial que uno tiene del negocio se mantenga intacta cuando el negocio está en funcionamiento, y aún más raro que esa visión permanezca intacta con los años.
Una mala ubicación
Una buena ubicación es importante para todo comercio físico, por eso antes de intentar alquilar o comprar un local, se debe estudiar el área y así observar la cantidad de personas que transitan diariamente, las características de las mismas, para saber si nosotros realmente solucionamos su problema; de esta manera se logrará conocer sus necesidades primordiales, para el beneficio del negocio.
Si bien es cierto que las mejores ubicaciones son más caras, siempre es mejor poner una tienda en el centro de una ciudad porque pasará más gente por ahí, debemos encontrar un equilibrio.
Pondré como ejemplo una frutería que hubo en mi barrio, era un local pequeño y estaba justo detrás de unas escaleras, las cuales tenías que bajar para acceder a la frutería (es difícil de explicar, porque era una de estas chapuzas urbanísticas que no te explicas en una gran ciudad). Supongo que el local sería barato, aunque para conseguir visibilidad había que hacer una fachada más alta (que sobresaliera por las escaleras). Es una caso en el que una ubicación barata desembocó en el cierre del negocio a los pocos meses. Aunque el alquiler salió barato, la obra inicial salió un poco más cara y luego los clientes no encontraban fácilmente el negocio.
Aunque ese tipo de local está muy bien para otro tipo de negocios, por ejemplo ahora mismo hay una sucursal de seguros.
No tener un Plan de negocios
Este te ayudaría en gran medida a conocer cuáles son los puntos clave, a evitar errores, hacer proyecciones y conseguir el capital así como los préstamos necesarios para tu empresa, por lo que se debe analizar el mercado, la política de precios, la rentabilidad, los costes, aparte de la inversión necesaria así como el financiamiento.
Incluso aunque tengas la inversión inicial es conveniente hacer números, delimitar tus servicios, elaborar una base de conocimiento (con el tiempo y la experiencia la completaremos) y tener claro nuestro público, puntos fuertes, puntos débiles, quién es nuestra competencia, así como analizar qué podemos hacer nosotros y ellos no.
Perder el tiempo elaborando la estrategia del producto
Se debe tener en cuenta que ningún producto es perfecto así como ninguna estrategia es infalible, por lo que toda decisión debe ser analizada en detalle, para de esta manera si surge alguna equivocación la misma se pueda corregir. Lo ideal es no demorarse en implementar el negocio, pero ir sobre seguro en lo que se va a hacer.
Hay que ser exhaustivos, pero como decíamos al principio del post, la visión de negocio raramente es constante en el tiempo, todo evoluciona. Es más, la sociedad actual nos obliga a reinventarnos constantemente, y para eso, debemos estar en el mercado.
No contar con capital suficiente para empezar
Se debe establecer un capital inicial que no debe ser muy corto, evitando con esto el fracaso de un buen proyecto al poco tiempo de su arranque.
Muchas personas dicen que para emprender un negocio, tenemos que tener suficiente para afrontar un año de pérdidas y encima poder vivir nosotros. A veces, se suele recurrir a préstamos, inversores, amigos con confianza ciega en nosotros, etc. Pero tenemos que tener claro que un negocio implica una inversión inicial y un tiempo inicial hasta que da sus primeros beneficios.
No tener mercado
Es importante identificar a los consumidores potenciales, de esta manera logras asegurar la existencia de una buena demanda para ofertar tu producto o servicio. Lo importante de una idea de negocio es que solucione un problema, por lo que tiene que haber personas o empresas que tengan ese problema. Al mismo tiempo, personas que valoren la solución del problema y estén dispuestas a pagar el dinero que pides (no tienes por qué ser el más barato).
Empezar a lo grande
No siempre se puede correr ese riesgo, por lo que se recomienda equipar el negocio con artículos de segunda mano, alquilar en vez de comprar, ten una plantilla ajustada y por mientras abrir una sola sucursal.
A veces es mejor empezar con algo pequeño e ir creciendo, e ir invirtiendo poco a poco las ganancias en mejoras para el negocio. Empezar muy grande puede hacer que se incrementen demasiado los gastos iniciales y periódicos cuando aún no hay ventas suficientes.
Tener un crecimiento excesivo
Si ves que a la empresa todo le sale bien y se desarrolla apresuradamente, establece un buen plan estratégico que te ayude a mantener y equilibrar el crecimiento constante.
El problema viene cuando la demanda de tus productos o servicios crece de repente y no eres capaz de mantener la producción/ventas/compromisos/etc.
A medida que creces, necesitarás hacer inversiones mayores y puede que no dispongas de dinero para hacerlas.
Tal vez necesitas mayor automatización en tus procesos para asimilar el crecimiento, debes tomar decisiones rápido.
Publicidad insuficiente
Es importante que los consumidores conozcan tu empresa, por lo que debes hacer una buena publicidad y promoción de tu empresa, pero no debes excederte de la misma así como tampoco debes restringirte con ella.
Afrontar el reto solo
Si te rodeas de gente emprendedora, en un momento determinado puedes apoyarte en ellos enfrentando los retos y desafíos juntos, compartir la visión del negocio y mejorar los procesos, de esta manera lograras adelantar tu negocio y a superar todos los fracasos.
A veces, está bien tener alianzas con emprendedores, aunque se dediquen a lo mismo que tú, que sean de tu competencia directa. Esto puede beneficiar a todos a la hora de crecer como empresa, subcontratar servicios, o incluso apoyarnos cuando estemos desbordados, también los demás se podrán apoyar en nosotros.
Desistir muy pronto
Sacar adelante un emprendimiento no es fácil, se necesita mucha paciencia y perseverancia para lograr sacarlo adelante y ver los frutos. Está claro que un negocio, por muy maravilloso que sea en nuestra mente o sobre el papel, no va a dar muchos beneficios al principio. A veces, nos pasaremos meses esperando, debemos darnos a conocer, hacer ofertas, enseñar lo que valemos y entonces podremos ganar. Es un proceso lento, pero necesario.
No poner al cliente en el primer lugar
Recuerda que el cliente es la parte más importante de la empresa; por eso debes colocar sus necesidades primero, ya que estos son la base de tu negocio.
No exijas tampoco que el cliente se adapte a ti. Adopta sus medios de comunicación, su forma de trabajar, aunque no sea la óptima. Poco a poco podrás enseñarle nuevos medios y ofrecerle opciones que le seduzcan y además sean más cómodas para ti.
No lograr adaptarse
El mercado y los clientes se renuevan constantemente, por lo que debes buscar la manera de adaptarte a ellos, logrando de esta manera mejorar los procesos y optimizarlos conforme el tiempo avanza.
Olvida eso de: «toda la vida ha sido así», vivimos en unos tiempos de constante cambio, debemos aprender constantemente y mejorar día a día. Lo que ayer funcionaba muy bien, puede que ya no lo haga.
Falta de compromiso
Emprender es una tarea muy dura y difícil, que requiere mucho trabajo, tomar decisiones difíciles, esfuerzo y hacer algunos sacrificios. Por lo que el compromiso debe ser al 100%, de lo contrario se exponen a un fracaso.
Los emprendedores no tenemos un trabajo de 8 horas. De esos de entrar a trabajar, rascar 10 minutos de la entrada y otros 10 de la salida. Como emprendedores, nuestro trabajo es de 24 horas al día. Aunque si lo hacemos bien obtendremos grandes beneficios tanto económicos como personales.